En este especial Día Universal de Guía en que celebramos en el mundo entero la venida del Espíritu Santo, miramos hacia atrás hacia y detenemos la mirada en el año 2003 cuando padre Ignacio ya mencionaba la palabra Fundación; han pasado los años y los Talleres de Oración y Vida se han expandido y consolidado en los 5 continentes. Su misión evangelizadora se torna cada vez más urgente y necesaria en estos tiempos difíciles y de gran secularismo.
La visión profética de padre Ignacio, le inspiró a plantear soluciones a esta grave realidad que se vive hoy. Nos recordó que llegará el momento en que brillarán focos de luz como en la noche de San Juan, grupos pequeños de personas orantes capaces de iluminar su entorno y transformarlo. Esta urgencia vital que él sentía lo llevó a preparar la magna tarea de las Semanas de Culminación, a las que dedicó heroicamente los dos últimos años de su vida.
Fueron muchos los frutos recogidos en las Semanas de Culminación entre ellos, al que le dio gran importancia fue la Conversión Permanente de cada Guía, pues nos hace ser conscientes de la fidelidad necesaria a la oración personal diaria.
La Refundación surgida también en estas semanas, dio un vuelco de gran magnitud al volver a los orígenes donde la oración personal tenia un lugar preponderante, y en lo administrativo al simplificar la tarea de las coordinaciones.
Se inició la remodelación el 4 de mayo de 2018, para adecuar la Casa Fundacional al paso del tiempo y transformarla en un centro vivo de irradiación del carisma de los TOV.
Hoy se ha cumplido con la primera etapa de proveer un espacio e
instalaciones que permitirán asumir su nueva función, será un lugar
desde donde alimentar, estimular, y motivar los corazones de
muchísimas personas que buscan ser más felices o sufrir menos.
Si bien es cierto que este tiempo ha sido de largo y arduo trabajo lo
que nos espera no será menor. Nosotros los Guías somos los
llamados a dar vida y esperanza a través de actividades
evangelizadoras de nuestro carisma, y desde ahora están abiertas las
puertas para el uso de las instalaciones de la FUNDACIÓN con ese
fin. El Equipo de la Fundación está al servicio de los TOV y muy
consciente de la importancia de esta labor que los Guías desempeñan.
Es el momento de irradiar esa luz y la esencia de padre Ignacio que
abunda en esta casa. Luz del Espíritu que silenciosamente y muchas
veces de manera inexplicable nos ayuda a sacudir nuestra creatividad
y concretar actividades de diferente índole: charlas, jornadas, cursillos,
talleres, escuelas de preparación, desiertos, retiros de un día. Esta luz
nos permitirá caminar sin miedos, cada vez más adelante
comunicándonos fortaleza en la fe, sabiduría en la acción y grandes
dosis de humildad.
Ya soñamos con el día aquel, en que aquí, en este mismo lugar que
habitaba padre Ignacio, podamos hacer realidad su proyecto tan
largamente deseado de hacer de su casa un centro vivo.
Serán los Guías los que darán fuerza y vigor al futuro de esta
Fundación, todos escucharon en su corazón y fueron remecidos por
las palabras dichas por padre Ignacio: “Yo deseo, yo sueño con un
pueblo de Guías, libres, creativos, entusiastas que transmitan la
alegría de vivir e impulsen el Amor y la Paz por todos los continentes.
Ha sido uno de mis sueños desde hace 27 años como lo he recordado
tantas veces en las Circulares, a saber: sueño, deseo, ansío que
algunos Guías, que tienen condiciones especiales, tomen del inmenso
material espiritual de que somos depositarios, y anuncien esas buenas
noticias a grupos de estudiantes, seminaristas, novicios, madres de
familia, público general, pequeños grupos de juventudes y
transfórmense en apóstoles y evangelizadores de Nuestro Señor
Jesucristo”.
Dejemos al Espíritu Santo que mande su luz desde el cielo y penetre
nuestras almas dando descanso a nuestro esfuerzo, enriqueciéndonos
por dentro, y repartiendo sus dones al pueblo de los Guías
manteniéndose siempre presente en medio de nosotros.
Como han podido apreciar aún falta mayor acondicionamiento interno
que dará calor a cada espacio. Gracias a la donación de Guías de
Santiago Norte, tenemos a la entrada recibiéndolos, la Virgen, que
cuidará la Fundación como una verdadera Madre, y así paso a paso
con la generosa colaboración de los Guías y amigos, iremos
implementando lo que la casa necesita: jardín, cortinas, sillas,
micrófonos, etc.
Nuestro querido Fundador nos acompaña desde la Casa del Padre
velando de rodillas por esta gran familia orante. Su legado espiritual
sigue vivo en cada uno de los Guías del mundo y nos deja este
hermoso lugar desde donde seguir contribuyendo activamente al
crecimiento espiritual del pueblo de Dios y la sociedad en general.
¡Sean todos muy bienvenidos!, esta es su Casa.
Fundación TOVPIL
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