Natalicio de Padre Ignacio Larrañaga Orbegozo, OFMCap

En el aire se siente el aroma de la primavera.

Mes de mayo en la "Noble y Leal Villa de Azpeitia". Un lugar del norte de España, que fue la cuna que albergó a este Profeta de Dios.

En los albores del quinto viernes de Pascua, el 04 de mayo de 1928, y quizás con el canto del "Regina Coeli", en algún Monasterio de la comarca, vino al mundo Ignacio Larrañaga Orbegozo.

Era el cuarto hijo de los esposos Marcelino Larrañaga y María Salomé Orbegozo.

Las aguas bautismales, derramadas ese mismo día sobre su frente, lo hicieron hijo de Dios.

Y en ese paisaje de los Pirineos españoles con sus montañas elevadas, verdes praderas, el trinar de los pájaros y un río que canta su melodía al Creador, se fue forjando ese niño, que llevaba en su alma una sorprendente capacidad admirativa y una profunda sensibilidad divina.

Fue un hombre con anhelos de silencio y soledad, que le tocó bajar de las montañas al fragor de las multitudes, para implantar al Dios viviente en el corazón de los hombres y con la impronta de su vocación franciscana, se abandonó a la acción del Espíritu Santo, dejando un legado espiritual para los cristianos de todos los tiempos: Talleres de Oración y Vida.

Sus hijos espirituales nos alegramos con la celebración de esta fecha.

Texto de Rosario, Guía de TOV de Venezuela