Origen de la Fundación
El origen de la Fundación TOVPIL se remonta al año 1993 cuando Padre Ignacio junto a la Guía Gloria Domínguez estudiaban la posibilidad de tener una fundación de TOV en la casa que ella quería donarle en Santiago, donación que no le fue posible concretar por diversas razones. Esta idea inicial fue desarrollándose con el pasar de los años y así fue que padre Ignacio en el año 2004 hizo pública su intención de que su casa sirviera en el futuro como un centro vivo de irradiación de la espiritualidad de TOV, como consta en algunas de sus Cartas Circulares y otros documentos. Así es como en el año 2007, solicita formalmente constituir un equipo de trabajo para la Casa Fundacional con el fin de avanzar en ese objetivo.
Junto al padre Camilo Luquin, cita a una primera reunión en su casa, el 25 de febrero de ese año, a Jorge Gutiérrez, y Sara Sepúlveda, Coordinadores Nacionales de Chile y a Verónica Gutiérrez, secretaria de los padres, para estudiar los aspectos que serían necesarios para que la Casa Fundacional tuviera un programa de trabajo y de actividades a realizarse en ella, como también quien la gobernaría y cuidaría y quien tomaría decisiones sobre su marcha y funcionamiento cuando él ya no estuviera. Luego de esa y otras reuniones, se acordó crear una Fundación que tomara esa responsabilidad, siempre bajo la tutela de la Coordinación Internacional vigente, para cuando fuera el momento de concretarla.
Se vieron con él los objetivos del proyecto, así como el aspecto jurídico legal necesario para crear una Fundación. Cuando padre Ignacio comprendió que una Fundación implicaba dar varios pasos legales, además de redactar un estatuto, prefirió dejarlo para más adelante, pero en concreto acordó ir reservando dinero para este fin con la Coordinación Internacional de ese entonces.
En los años que siguieron él vuelve a expresar en otras oportunidades su deseo de que, cuando él esté en la Casa del Padre, puedan surgir buenas ideas para que la casa sea realmente un centro vital de TOV y no se transforme en un museo; fue insistente en eso. Sumado a este claro deseo del padre Ignacio sobre el futuro de su casa, en el año 2013, a un mes de su fallecimiento, la Coordinación Internacional se reunió con el Consejo Pontificio para los Laicos, recibiendo del presidente del Consejo, Monseñor Stanislaw Rylko, y el Secretario Monseñor Miguel Delgado, sugerencias coincidentes y en línea con los deseos de padre Ignacio, es decir, de difundir y dar a conocer su obra.
Por esta razón la Coordinación Internacional (C. I.) luego de informar a la Asamblea Internacional 2014, creó la Fundación TOVPIL en el año 2015, como un instrumento para la preservación, estudio, difusión de las diversas manifestaciones de la obra y patrimonio espiritual del padre Ignacio Larrañaga en Chile y el exterior.
Sin duda, es y será un privilegio, y un deber filial para los Guías de TOV actuales y venideros, poder dar cumplimiento al vehemente deseo expresado por su fundador, padre Ignacio, de que su mensaje siga irradiando al mundo, y brille la luz del fuego que él dejó encendido.